Activos

Activos económicos que pueden negociarse

Un instrumento financiero se define como un contrato entre individuos/partes que tiene un valor monetario. Pueden crearse, negociarse, liquidarse o modificarse según las necesidades de las partes implicadas. En palabras sencillas, cualquiera de los activos que posea capital y pueda negociarse en el mercado se denomina instrumento financiero.

Algunos ejemplos de instrumentos financieros son los cheques, las acciones, los bonos, los futuros y los contratos de opciones.

¿Cómo entender los instrumentos financieros?

Los instrumentos financieros pueden clasificarse principalmente en dos tipos: instrumentos derivados e instrumentos de caja.

Los instrumentos derivados pueden definirse como instrumentos cuyas características y valor pueden derivarse de sus entidades subyacentes, como tipos de interés, índices o activos, entre otros. El valor de estos instrumentos puede obtenerse a partir del rendimiento del componente subyacente. Además, pueden estar vinculados a otros valores como bonos y acciones.

Inversiones de activos

Por otro lado, los instrumentos de efectivo se definen como instrumentos que pueden ser transferidos y valorados fácilmente en el mercado. Algunos de los ejemplos más comunes de instrumentos de efectivo son los depósitos y los préstamos en los que se requiere el acuerdo de los prestamistas y los prestatarios.

Otras clasificaciones

Los instrumentos financieros también pueden clasificarse en función de la clase de activos, es decir, instrumentos financieros basados en el capital y en la deuda.

Los instrumentos financieros basados en el capital incluyen los valores, como las acciones. Además, los derivados cotizados, como los futuros sobre acciones y las opciones sobre acciones, entran en la misma categoría.

Activos de inversión

Los instrumentos financieros basados en la deuda, por otro lado, consisten en valores a corto plazo, como el papel comercial (CP) y las letras del tesoro (T-bills) que tienen un periodo de vencimiento de un año o menos.

Los instrumentos de efectivo, como los certificados de depósito (CD), también entran en esta categoría. En la misma línea, los derivados negociados en bolsa, como los futuros de tipos de interés a corto plazo, entran en esta categoría.

Dado que el periodo de vencimiento de los instrumentos financieros basados en la deuda a largo plazo es superior a un año, los valores como los bonos entran en esta categoría. Los derivados negociados en bolsa incluyen los futuros sobre bonos, y las opciones son los otros ejemplos.

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