Gestión de los ETF

Cómo se gestionan los ETF en el mercado

Los fondos cotizados (ETF) han ganado gran popularidad en el mundo de la inversión debido a sus características y ventajas únicas. Como vehículos de inversión pasiva, los ETF proporcionan a los inversores exposición a una cartera diversificada de valores, al tiempo que ofrecen la flexibilidad de la negociación en las bolsas de valores. Sin embargo, entre bastidores, los ETF requieren una gestión eficaz para garantizar su buen funcionamiento y su adecuación a los objetivos de inversión. Este ensayo explora cómo se gestionan los ETF en el mercado, abarcando aspectos clave como los mecanismos de creación y reembolso, la gestión de la cartera y las estrategias de seguimiento.

Mecanismos de creación y reembolso

Uno de los rasgos definitorios de los ETF es su proceso de creación y reembolso, que permite una formación de precios y una liquidez eficientes. Los Participantes Autorizados (PA) desempeñan un papel crucial en este proceso. Los PA, que suelen ser grandes inversores institucionales o creadores de mercado, se encargan de crear y reembolsar participaciones de ETF directamente con el emisor del ETF.
Creación de los ETF
Cuando se crea un ETF, los PA entregan una cartera específica de valores (conocida como cesta de creación) al emisor del ETF a cambio de un número determinado de acciones del ETF. Este proceso de creación aumenta la oferta de participaciones del ETF en el mercado. A la inversa, cuando un inversor desea reembolsar sus participaciones en un ETF, los APA pueden canjear un número determinado de participaciones en un ETF por los valores subyacentes de la cesta de creación. Este proceso de reembolso contribuye a mantener el equilibrio entre la oferta y la demanda.

Gestión de la cartera

Los ETF requieren una gestión diligente de la cartera para garantizar que su rendimiento se ajuste a los objetivos de inversión. El equipo de gestión que supervisa un ETF es responsable de seleccionar los valores subyacentes, determinar su ponderación y reequilibrar la cartera cuando sea necesario.
En el caso de los ETF pasivos, cuyo objetivo es replicar la rentabilidad de un índice específico, la gestión de la cartera implica un estrecho seguimiento de la composición y las ponderaciones del índice. El equipo de gestión debe ajustar periódicamente las participaciones del ETF a los cambios del índice, garantizando así una representación exacta del segmento de mercado al que se dirige.
Cartera de inversión
Los ETF activos, por el contrario, emplean un enfoque de gestión de cartera más dinámico. El equipo de gestión selecciona y gestiona activamente las participaciones del ETF con el fin de superar la rentabilidad del índice de referencia. Los ETF activos se basan en la investigación, el análisis y la experiencia de los gestores de cartera para identificar oportunidades y tomar decisiones de inversión.

Estrategias de seguimiento

La estrategia de seguimiento empleada por un ETF es esencial para determinar su rentabilidad en relación con el índice subyacente o de referencia. Existen dos estrategias de seguimiento principales: la réplica completa y el muestreo.
La réplica completa consiste en mantener todos los valores que componen el índice en la misma proporción. El objetivo de esta estrategia es reproducir fielmente la rentabilidad del índice, pero puede resultar difícil para los ETF que siguen índices amplios o diversos con un gran número de valores. La réplica completa requiere una negociación eficiente y puede implicar costes de transacción más elevados.
El muestreo, también conocido como réplica optimizada, consiste en mantener un subconjunto representativo de valores del índice en lugar de todos ellos. El equipo de gestión utiliza técnicas y análisis estadísticos para seleccionar un subconjunto de valores que refleje fielmente las características del índice. El muestreo permite una gestión rentable de los ETF que siguen índices amplios o complejos, pero existe el riesgo de error de seguimiento, por el que la rentabilidad del ETF puede desviarse ligeramente del índice.
Estrategias de Inversión

Gestión de riesgos y gobernanza

Los gestores de ETF tienen la responsabilidad de aplicar estrategias eficaces de gestión del riesgo y de adherirse a prácticas sólidas de gobernanza. Deben supervisar la cartera del ETF para comprobar que cumple las directrices reglamentarias y las restricciones de inversión. La gestión del riesgo implica evaluar el riesgo de mercado, el riesgo de liquidez y el riesgo operativo, entre otros, para garantizar la estabilidad del ETF y proteger los intereses de los inversores.
Los gestores de ETF también desempeñan un papel en la educación y transparencia de los inversores. Proporcionan informes periódicos sobre las participaciones, la rentabilidad y las comisiones del ETF para mantener informados a los inversores. Esta transparencia fomenta la confianza de los inversores y les permite tomar decisiones con conocimiento de causa.